Tutoriales de sexo y training para andar en silla de ruedas: quién es la escritora “inválida” de División Palermo - Infobae

2023-03-08 16:06:28 By : Mr. Wen Dan

Lucrecia Gómez Boschetti prefiere no dar detalles del accidente que la dejó en silla de ruedas. “Lo uso como ‘clickbait’ para vender mi libro. Es un secreto entre mis lectores y yo”, bromea la autora de Cinco historias de una inválida imprudente y un poema para no perder la dignidad (Editorial La Hendija), sobre el hecho que tuvo lugar en el natatorio del colegio al que iba, cuando tenía apenas 10 años de edad. Hoy, a los 30, Lucrecia lleva más de la mitad de su vida “lisiada” y, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, está lejos de vivirlo como un “padecimiento”.

“Creo que la discapacidad o la forma en que la gente ve a los discapacitados está muy vinculada a esto de: ‘Ay, qué pena. Ay, qué terrible. Ay, es lo peor que te puede pasar’. ¿Por qué? Porque el hecho de quedarse en silla de ruedas o de perder la motricidad está relacionado a una idea de una forma indigna de vivir, como si tu vida estuviera arruinada para siempre. Y la realidad es que en esta ola de nuevos activismos, de la que formo parte, se considera a la discapacidad como una expresión más de diversidad y se la desvincula de la idea de enfermedad o del padecimiento”, plantea.

Por estos días, Lucrecia disfruta del éxito y de la exposición que le dejó su participación División Palermo, la serie argentina que se estrenó el 17 se febrero y todavía está dentro del Top 10 de Netflix. Además de haber estado presente en el armado del guión (Alerta Spoiler), la escritora tuvo una pequeña participación como influencer de discapacidad “con mirada inspiradora”, aunque ella jura ser todo lo contrario.

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“Mi objetivo es entretener. Hay un punto de vista del que no puedo huir, y del que no intento huir, que es vivir mi vida como una persona discapacitada. Yo siempre digo: ‘Prefiero ser graciosa a tener más motricidad o ser un ejemplo de vida’”, dice en comunicación con Infobae.

De la provincia de Córdoba, Lucrecia es hija de una Arquitecta y de un Brigadier de la Fuerza Aérea y, también, la segunda de cinco hermanos. Casada desde hace dos años con un chico al que conoció por Tinder, estudió en la Facultad de Filosofía y Letras (Letras modernas), y en la Facultad de Artes (Cine y TV) de la UNC. En 2021 publicó su primer libro y hace unos días, estrenó su podcast Iluminada y lisiada, enfurecida y tullida.

Tras el accidente en el natatorio, Lucrecia se quebró las cervicales y quedó cuadripléjica. Con el tiempo, como su lesión fue “incompleta”, recuperó la movilidad aunque con ciertas “resistencias”. “Por aquellos años, el objetivo de los médicos era que yo caminara lo más que pudiera, no que viviera lo mejor que pudiera. Entonces llegó un momento en que no tenía sentido vivir mi vida intentando caminar. Además de cansarme, era más posible que me cayera y me lastimara. De alguna manera, lo que se me proponía era poner un freno en mi vida hasta que pudiera caminar perfectamente. Cuando entendí que eso no iba a pasar cambió mucho mi perspectiva”, cuenta acerca de su primer “clic”.

El segundo “clic”, dice, lo hizo hace seis años, el día que empezó a usar la silla de ruedas eléctrica. “Antes dependía de que me llevaran y me trajeran. Con esto logré una independencia abrumadora y, también, salió a flote cierta irreverencia vinculada a las ganas de que me pasaran cosas, de vivir una vida que valiera la pena contar”, explica.

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Aunque se la escucha muy “resuelta”, Lucrecia dice que no siempre pensó ni se sintió de esta manera. “En la adolescencia me sentía una desgraciada”, asegura. Y sigue: “Esto tiene que ver con una idea que logré elaborar, con los años, y que me cambió mucho la vida: entender la dignidad como un concepto dinámico. Es decir, que lo que yo sentía como indigno —estar en la silla, usar pañales, caerme o tener que pedir ayuda para ir al baño— era algo de lo que no podía escapar. Al elaborar este concepto de la dignidad como algo que se pierde y se vuelve a recuperar todo el tiempo, logré sentirme mejor. En definitiva la vida es eso: una pérdida y una recuperación constante de esta idea de lo digno. En ese momento fue una liberación total, porque la forma de construir esa dignidad, que yo sentía destruida e irrecuperable, era reírme de ese momento”.

La serie furor, dirigida y protagonizada por Santiago Korovsky, cuenta cómo la policía de la ciudad de Buenos Aires crea una fuerza especial para limpiar la mala imagen que tiene. La idea, voluntariosa para algunos, totalmente falsa para otros, desemboca en el reclutamiento de un grupo formado por minorías discriminadas (una mujer en silla de ruedas, una persona ciega, un hombre boliviano, una mujer trans, un hombre de talla baja) sin un criterio completamente uniforme. De esa minoría forma parte Sofía: el personaje en silla de ruedas interpretado por la actriz Pilar Gamboa e inspirado en Lucrecia Gómez Boschetti.

“Arranqué con División Palermo a fines de 2019, pre-pandemia. ¿Cómo? Estaba en el momento indicado, en el lugar preciso. Coincidí con Santiago (Korovsky) en el cumpleaños de un amigo en común donde conté que estaba terminando de escribir el libro. Quedamos en contacto y un tiempo después él me mandó un mensaje: ‘Sé que escribís y necesito desarrollar un personaje. Quiero que sea lo más fiel posible. ¿Te gustaría participar?’”.

Entre enero y marzo de 2022, Lucrecia viajó de Córdoba a Buenos Aires y se instaló en Capital Federal. En la previa a la grabación, cuenta, se dedicó a entrenar a Pilar: “Le llevé mi silla y la tuve andando durante un mes entero (risas). También le enseñé cómo movía las piernas, de qué manera tenía que pararse de la cama a la silla y de la silla a la cama. Incluso, con mi marido, hicimos un video tutorial de cómo teníamos sexo (con ropa, por supuesto) para que vieran cómo era la maniobra. Hubo un verdadero compromiso ahí (risas)”.

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Durante el rodaje, la escritora también permaneció en el set. Además de interpretar a una influencer lisiada que da una charla TEDx, en la que dice que “Los escalones están mi mente”; también hizo de “consultora” en caso de que surgieran dudas. “En todo momento, la producción tuvo una preocupación genuina porque las cosas fueran verosímiles”, destaca.

Además de coachear a Pilar Gamboa, Lucrecia compartió anécdotas de su historia para construir el personaje. “Sofía tiene muchas cosas mías. Tiene momentos ‘picantes’, como cuando Felipe (Santiago Korovsky) se da cuenta de que ella está en una silla de ruedas y ella lo increpa: ‘¿Te molesta?’; y momentos supervulnerables, como cuando le pierden la silla. A mí me pasó una vez: me agarró una tormenta terrible, se me mojó la silla y entró en cortocircuito. Ahí la desesperación es total. ‘¿Que hago sin silla?’, decís. Me parece que está bueno contar eso como para que una persona que no tiene discapacidad lo vea, lo entienda y, también, pueda reírse”, cuenta.

Sobre esto último, Lucrecia dice que la forma en la que encararon la construcción de los personajes no fue desde un lugar de “bajada de línea”, sino más bien desde un lugar de búsqueda de hacer partícipes a los espectadores.

Antes de despedirse, la joven escritora cordobesa reflexiona: “Que hoy me esté yendo bien, que esté teniendo un montón de exposición y que la gente me llame para conocer un poco más de mi historia, tuvo que ver con que hubo un momento específico en el que alguien decidió darme esta oportunidad. Así como yo, hay un montón de otras personas, con un montón de talentos y con discapacidad que están esperando a que alguien apueste por ellos. Y yo siento que eso es algo hermoso que pasó con División Palermo”.