Los usuarios tienen que pedir ayuda para acceder a algunas de las estaciones a faltade mejoras en cuanto a accesibilidad
A cuatro meses de que el servicio del Trolebús Elevado fuera puesto en marcha, usuarios denunciaron que la mayoría de estaciones aún carecen de la infraestructura necesaria para garantizar la accesibilidad universal para todos los pasajeros.
La principal queja es que estas instalaciones no cuentan con elevadores o escaleras eléctricas, por lo que personas de la tercera edad, con alguna discapacidad o que usan silla de ruedas tienen que pedir ayuda tan sólo para llegar a los andenes de abordaje.
"La gente en silla de ruedas o con otras condiciones que limitan su movilidad se ven obligadas a subir y bajar las escaleras injustificadamente. Ya va siendo hora de que se completen todas las líneas activas del Trolebús", expresó Fernando, usuario de este transporte.
Y aunque el montaje de elevadores y escaleras eléctricas estuvieron planeados desde antes que el servicio abriera al público en general, los usuarios señalan que estas obras avanzan a paso lento y que en varias ocasiones se ha detenido la obra.
“Ya me acostumbré a planear mis viajes con antelación, pues además de este Trolebús, tengo que ocupar el Metro casi a diario y en la mayoría de estaciones que ocupo, o no sirven las escaleras eléctricas o el elevador o los están arreglando. Hay veces que ya ni me asomo a ver si funcionan, sólo me subo a donde me tenga que subir como pueda y ya”, contó a Crónica Mario Espinoza, usuario en sillas de ruedas.
Aunque este trolebús ha supuesto un gran avance en materia de movilidad para Iztapalapa, las personas que lo ocupan a diario han admitido que tienen la sensación de que se trata de un transporte “incompleto”, independientemente de la ampliación que se tiene contemplada hacia Mixcoac y Chalco.
Los trabajos se mantienen, y aunque a veces se trata de mantenimiento a las obras, los afectados siguen siendo los mismos usuarios.
“Cuatro meses y todavía hay reparaciones y refuerzo de estructuras. No está mal, pero creo que primero debieron terminar lo pendiente y ya después abrir al público, porque claro, puede ser peligroso para nosotros que lo utilizamos”, indicó otro usuario.
Sumado a esto, el caos vial que las obras de ampliación generan sigue latente, y ha implicado largas filas de autos sobre la calzada de Ermita y otras vialidades que también resultan afectadas.