En el pasado 2022 se vendieron en España 673.431 motocicletas y ciclomotores, sumando las ventas de moto nueva y la moto de ocasión. Esta cifra supone un incremento del 2,1% respecto a 2021, según Anesdor, la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas en España.
Esta cifra positiva contrasta con la de ventas de Coche nuevo en el país, que descendió un 5,4% respecto a 2021, un año que ya fue de los más bajos que se recuerdan en las últimas décadas, matriculando un total de 813.500 vehículos de nuevo cuño. En total, 46.000 coches menos que en el ejercicio anterior.
Mientras las perspectivas para 2023 no son malas para el sector de la moto, la duda asola el panorama de las cuatro ruedas, y no es arriesgado vaticinar que, en este año en curso, las ventas de coche nuevo no lleguen a 800.000 unidades. La subida de precios generalizada, la bajada también generalizada del poder adquisitivo de las familias, la incertidumbre sobre por qué tipo de mecánica apostar… todo ello hace que se busquen alternativas a la compra de un coche en propiedad. También el car sharing empieza a ser algo menos desconocido entre los españoles de a pie, Uppers incluidos.
Un dato relevante y con el que se explican muchas cosas, el precio medio de la moto vendida en España en 2022 fue de 6.698 euros, subiendo casi un 12% con respecto al año anterior. En coche, la media a pagar por disfrutar de un coche nuevo no dista mucho de los 20.000 euros. La diferencia es considerable.
En lo que sí se parecen ambas categorías es en que, aproximadamente, por cada tres unidades vendidas, dos son de segunda mano, mientras sólo una es nueva. En moto, de las 673.000 motos vendidas en 2022, más de 470.000 fueron VO, mientras que poco más de 200.000 fueron nuevas.
La arriesgada y exclusiva apuesta por la electricidad desde los altos estamentos, al menos de palabra, está afectando a ambos mercados, aunque en los vehículos de cuatro ruedas el lastre es mayor porque el coche eléctrico es sensiblemente más caro que el de combustión, sin duda, por el precio de las baterías, aún por optimizar en cuanto a peso y gestión de la energía. Las escasas ayudas no terminan de llegar y de materializarse, y cuando llegan, el hecho de tener que declarar esas ayudas y pagar más impuestos terminan por echar por tierra cualquier pretensión de pasarse a lo eléctrico.
Eso, por no hablar de la crisis en el suministro de microchips y semiconductores, que también ha lastrado mucho la venta de coches en todo el mundo, no sólo en nuestro país, aunque su grado de importancia en las ventas totales no es tan importantes como las citadas anteriormente.
En cualquier caso, además de apostar por el transporte público, la caída del automóvil también aumenta porque, cada vez más, el acceso a las motos de pequeña cilindrada, de menos de 125 centímetros cúbicos, que se pueden conducir con el carnet de coche, es más fácil. También influye su variedad, son más y mejores, con medio centenar de marcas que ponen en el mercado motos y scooters por menos de 3.000-4.000 euros, algo muy alejado de los 14.000-15.000 que requiere, en el mejor de los casos, un coche nuevo, aún de los más asequibles y austeros que puedas encontrar en el mercado.
Las motos de pequeña cilindrada son las que más han subido en ventas, un 7,4%, llegando a las 234.345 unidades. El sector de los scooters, los mejores y más aptos para las ciudades, sean grandes o pequeñas, es el que ha reinado por encima de todo y de todos, con casi un 70% del total. Para entenderlo de manera rápida y directa, de cada 10 motos que se vendieron, 7 fueron scooter, da igual la cilindrada.
4. BMW (31.601 unidades vendidas, un -2,3%)